Lo cierto es que, aprovechando que esta semana estoy de descanso, entreno a las horas de la mañana en las que más calor hace, porque por las mañanas está helando muchísimo y no apetece nada salir a correr.
Hoy concretamente me costó bastante calzarme las zapatillas y decidirme a salir, pero tras unos breves segundos de duda, tomé la acertada decisión de no saltarme el entreno. Espero no empezar a flaquear tan pronto porque si no, lo llevo crudo.
Los billetes para Barcelona ya los tengo y el apartamento está reservado, así que aunque sólo sea para no perder toda la pasta, me conviene seguir los planes. Bueno, esto último es una chorrada porque si voy es porque quiero, nadie me obliga a hacer nada de todo ésto.
Total, al grano, que no pretendo aburrir con las reflexiones, salí a correr y lo hice bastante bien para lo que apuntaba al inicio de la sesión, 57 minutos (había planificado 60, pero se me quedó algo corto el tema) y 10, 5 kilómetros, lo que quitando el calentamiento y la vuelta a la calma que se hacen a menor ritmo, la parte principal de 37 minutos salió a un ritmo de 5,15 más o menos, no estuvo mal.
Al final, me apunté al Villa de Gijón y estoy dispuesto a correrlo, no me inscribí a tiempo para personalizar mi dorsal con el nombre, pero al menos tengo plaza (había límite de 600 participantes). Esperemos tener suerte con el tiempo, disfrutar de Gijón corriendo el domingo 22 por la mañana y ganarnos la camiseta técnica que entregan si devuelves el chip. Ofrecen un servicio para conocer por teléfono móvil tu tiempo y clasificación, lo que está muy bien, pero me parece excesivo para un popular como yo, mejor que la clasificación quede entre nosotros y que no trascienda demasiado.
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