No os voy a hablar de coches, pero sí de viejos, bueno viejos no tan viejos, pero sí de gente con una cierta edad, vamos que os voy a hablar de mi generación, la que se subió a coches como el de la imagen, el tan añorado 1500.
Caminando con mis niños el pasado jueves, me encontré con un antiguo compañero de colegio, Alejandro "Caco" para los amigos, ambos nos dirigíamos a recoger nuestros respectivos coches de un parking situado bajo los jardines del Náutico, próximo a la Playa de San Lorenzo de Gijón.
Alejandro, es ahora un empresario de éxito y sigue tan majete como siempre.
Después de charlar un ratillo de temas intrascendentes, nos centramos en nuestro hobby, me preguntó sobre cómo me había ido en el maratón de Barcelona (se lo había comentado meses atrás un día que nos encontramos por casualidad) y me contó que otro compañero del colegio, Chema, entrenaba como un animal y se había marcado un 3:06 en un maratón reciente. Ambos coincidimos en que para llegar a esas marcas hay que sacificar muchas cosas y se llega, en función de la genética de cada cual, al límite de lo que un popular puede aspirar.
Después de charlar un ratillo de temas intrascendentes, nos centramos en nuestro hobby, me preguntó sobre cómo me había ido en el maratón de Barcelona (se lo había comentado meses atrás un día que nos encontramos por casualidad) y me contó que otro compañero del colegio, Chema, entrenaba como un animal y se había marcado un 3:06 en un maratón reciente. Ambos coincidimos en que para llegar a esas marcas hay que sacificar muchas cosas y se llega, en función de la genética de cada cual, al límite de lo que un popular puede aspirar.
Hablamos de cómo nos había dado a unos cuantos de nuestra generación por correr a estas edades tan tardías, cada uno a su nivel.
Resulta curioso pero a la vez significativo, quizás tenga alguna explicación empírica, será algo más bien esotérico o simplemente tendrá que ver con que es el deporte más fácil (mal que bien todo el mundo sabe correr), barato (se puede correr hasta desclazo y desnudo), socorrido (puedes hacerlo solo y casi en cualquier lugar) y beneficioso que existe.
Caco, aunque me dijo que últimamente estaba algo más vaguete, es de los que, hace unos años, se iba de vacaciones en función de las maratones que preparaba, de hecho llegó a irse a New York acabando muy dignamente y disfrutando de esa experiencia a la que todo runner que se precie se apuntaría con los ojos cerrados y marca en algún calendario como su gran objetivo. Ha siso capaz de inyectarle el veneno del running a su mujer que, recientemente, acabó su primera media maratón y ya quiere repetir, ¿qué tendrá ésto que tanto engancha?
En fin, que es un gustazo saber que hay también excompañeros de colegio, que residen en la misma ciudad, con los que no he tenido contacto en muchos años, pero que por la fuerza del destino o llamadlo como querais, acaban disfrutando de la misma afición, EL RUNNING.
si es que llegan los 40 y muchos nos lanzamos a correr para adelgazar, sentirnos mejor, y luego engancha
ResponderEliminarCreo que es algo generalizado en todas partes, lo importante y difícil es perseverar en el tiempo y el entreno tras haber alcanzado algunas de nuestras metas. Te sigo. Un saludo
ResponderEliminarCreo que es estupendo encontrarse con viejos amigos que compartan tu misma afición.
ResponderEliminarYo creo Angel que tu mujer tiene que empezar a entrenar pronto. Si se decide a correr.....te acompañará a ti.
Si se decide a caminar......ya sabe que conmigo puede contar
Hola Angel, me apunto tu blog. Un saludo y a disfrutar de ese Medio Maratón.
ResponderEliminarSiempre es agradable encontrarse con viejos amigos y ver qué es de sus vidas. En cuanto a lo de la genética, por lo menos por mi parte, ni pa ir a dar un paseo a la playa, claro que yo tengo otros handicaps, pero vamos, que correr, no es lo mío ni pensarlo, aunque qué guapo es tener una afición tan sana.
ResponderEliminarMontse, las fotos de la famili, me encantan ;-)
Ana.